Y la clave está en la inteligencia artificial aplicada al cruce masivo de datos.

Así es como va a transformar las inspecciones:
1.- Cruces de datos en tiempo real.
Hacienda ya recibe información inmediata de bancos, notarios, registros, plataformas digitales, pagos electrónicos o movimientos internacionales.

La IA permite cruzar estos millones de datos para detectar incoherencias que antes habrían pasado desapercibidas.
Los algoritmos identifican patrones de riesgo mucho antes de que un inspector humano intervenga.

2.- Identificación automática de perfiles de riesgo.
Los sistemas de scoring fiscal crearán perfiles individualizados de empresas y empresarios.
Pequeñas desviaciones, gastos anómalos o cambios atípicos en beneficios, personal o patrimonios generarán alertas automáticas.

3.- Inspecciones selectivas hiperfocalizadas
Las inspecciones serán mucho menos aleatorias.
Cuando la IA detecte un posible fraude o desviación, la inspección empezará ya con el 80% de los datos preparados.

Menos margen de negociación. Más precisión. Más difícil defender errores por desconocimiento.

4.- Vigilancia especial a determinados sectores
E-commerce, plataformas online, alquiler vacacional, criptomonedas, sociedades interpuestas, pagos entre vinculadas, operaciones internacionales…

Son los sectores donde la IA ya está siendo especialmente agresiva.

¿Qué significa esto para las empresas?
– Que la prevención será clave: errores contables, gastos poco justificables o estructuras fiscales “creativas” serán detectados automáticamente.
– Que la transparencia y el orden documental deben ser impecables desde el principio.
– Que los asesores ya no solo deben saber de normativas: deben dominar cómo funciona este nuevo ecosistema digital de control fiscal.
– Que no adaptarse puede ser letal. No hablamos de inspecciones dentro de 3 años: hablamos de inspecciones activadas en semanas por IA.

Como ves el futuro de tu empresa en un escenario así?… coméntalo.