En lugar de inspeccionar al azar, Hacienda usará algoritmos que asignan una “nota” o “puntuación de riesgo” a cada empresa o contribuyente.

¿Cómo funciona en la práctica?
Cada vez que tú o tu empresa presentáis facturas, declaraciones, movimientos bancarios, etc., todos esos datos quedan guardados.

La IA cruza esos datos con los de proveedores, clientes, bancos, registros públicos, plataformas online…

Si encuentra incoherencias (gastos que no cuadran, facturas dudosas, ingresos no declarados, operaciones inusuales…), suma puntos de riesgo.

Cuantos más puntos de riesgo acumule una empresa, más probabilidad hay de que Hacienda la inspeccione.

En los próximos 3 años, cada empresa y cada empresario tendrá un perfil de riesgo fiscal calculado automáticamente por la Agencia Tributaria.

– Variaciones atípicas de facturación
– Cambios anómalos de proveedores
– Gastos difíciles de justificar
– Estructuras societarias sospechosas
– Declaraciones incongruentes

Todo quedará puntuado y clasificado por algoritmos de riesgo.
– Los expedientes «calientes» serán inspeccionados de forma mucho más dirigida y selectiva.

¿Es esto bueno o malo?

Depende de tu nivel de preparación.
– Las empresas con buena gobernanza fiscal estarán tranquilas.
– Las empresas con contabilidad confusa entrarán en el radar muy pronto.

La fiscalidad reactiva ha muerto. Llega la fiscalidad predictiva.